El 30 de abril se acerca y, como cada año, es más que una oportunidad para celebrar. El Día del Niño representa para Vamos a dar el día en el que tenemos que reconocer la importancia del sano crecimiento de la niñez mexicana. Es también una fecha que nos permite recordar el valor del trabajo que realizamos con los niños y niñas indigenas de las comunidades rurales que día a día visitamos.

Creemos en el esfuerzo que debe realizarse al invertir recursos en procurar el acceso a la educación, construir la infraestructura necesaria para el estudio, propiciar las condiciones sanitarias adecuadas; confiamos en la voluntad de nuestra sociedad civil para lograrlo.

Queremos compartirte 5 razones acerca de la importancia de invertir en el crecimiento de nuestros niños:

  1. La educación tiene el poder de transformar.

En México prevalece un preocupante déficit de oportunidades educativas para la población indígena. A pesar de que los promedios nacionales, acreditan la cobertura universal en el nivel básico, la sobreestimación y las variantes operativas que presentan los grupos de niñas y niños jornaleros agrícolas, por ejemplo, plantean nuevos retos a considerar.

Nuestras acciones educativas se dirigen hacia un objetivo: que todas las niñas y niños tengan acceso a una educación secundaria de buena calidad, extendiendo becas a los alumnos con excelencia académica, sobre todo aquellos que se encuentran en las condiciones más vulnerables. Este objetivo es el primer paso para poder dirigir a nuestros becarios a estudios posteriores de bachillerato y universidad.

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  1. El derecho al libre esparcimiento

La  Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 31 reconoce el derecho de cada niño al descanso, al esparcimiento, al juego, las actividades recreativas y a la plena y libre participación en la vida cultural y de las artes.

Entre los beneficios del libre esparcimiento, se reconoce que es condición para el desarrollo del infante; fortalece sus procesos mentales; reduce tensiones y ansiedades; es una forma de percibir y actuar sobre los objetos reales dándoles diferentes significados y estimulando su capacidad creativa; proporciona placer, satisface su curiosidad y su necesidad de resolver diferentes retos. Los juegos constituyen el mejor medio que tienen niñas y niños para expresarse. Las personas adultas podemos comprender a la infancia a través de sus juegos.

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  1. Los niños y niñas también merecen del acceso al goce de salud

El acceso al más alto nivel posible de atención en salud, para el tratamiento de enfermedades y rehabilitación, sin lugar a dudas es un factor detonante para reducir la mortalidad infantil, ante la posibilidad de combatir las enfermedades y la malnutrición. Así también, la procuración de la atención sanitaria prenatal y postnatal a las madres de los niños, es una de las medidas más eficaces y apropiadas para procurar su bienestar presente y futuro.

Debemos procurar que todas las familias conozcan los principios básicos de la salud y nutrición de los niños: la importancia de la lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental, las medidas de prevención de accidentes, el suministro de alimentos nutritivos y el agua potables salubre, hasta los peligros y riesgos de la contaminación del medio ambiente.

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  1. Los infantes tienen derecho a pertenecer y participar de una comunidad

Son mexicanos, son indígenas y también son mayas, tzotziles, nahuas, otomíes, totonacas, tzetzales, mazahuas, popolucas, mazatecos, zapotecos, mixtecos, purépechas, huicholes, mayos, seris y muchos más hasta sumar 62 lenguas indígenas, además  de sus diversas variantes que son producto de culturas originarias de su territorio.

Las niñas y los niños indígenas heredan de sus padres, de sus abuelos y de su entorno, una enorme variedad de saberes y sensibilidades que se expresan en conocimiento y relación con la naturaleza, en historias, mitos y leyendas, en música, canto y danza, en hábitos de cocina y en objetos de arte, en sus ropas y en sus rostros. Son el rostro pluriétnico y pluricultural de México.

Aprendamos a mirar de forma más respetuosa a la infancia desde la perspectiva adulta. La infancia es una estructura social en sí misma de la que debemos conocer y respetar las perspectivas generacionales y de género. Hagamos el intento por conocer el punto de vista propio de niñas y niños, desde el papel que tienen en la construcción social, económica, histórica, política y cultural.

Debemos ubicar a la infancia como un actor social a pesar del rol pasivo que históricamente se les ha pretendido asignar.

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  1. La integración familiar es fundamental

Las crisis que ha vivido la economía mexicana en las últimas décadas, han determinado en gran parte el crecimiento en el número de niñas, niños y adolescentes que viven y trabajan en la calle, que provienen de grupos familiares y de comunidades rurales que no logran proporcionarles los satisfactores básicos y que -como resultado de condiciones históricas relacionadas con la distinción de clases sociales-, no cuentan con el acceso fundamental a la educación; por ello son comunes las historias de maltrato, desintegración y/o abandono en los infantes que viven en situación de calle.

Es importantísimo lograr las gestiones necesarias para acercar la inversión apropiada en infraestructura (instalaciones) y financiamiento (becas) de las actividades escolares. Creemos que el acceso a la educación es la herramienta más eficiente que tenemos por entregar a los mexicanos que viven en situación de vulnerabilidad. Debemos acercar el conocimiento y crear conciencia del poder que tiene su uso correcto y la disciplina necesaria para adquirirlo.

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Vamos a Dar se suma al esfuerzo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) al promover un movimiento social y cultural para que niñas, niños y adolescentes conozcan, ejerzan y disfruten sus derechos.

¿Te unes a nosotros?


 

Fuente: http://www.derechosinfancia.org.mx/

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